Es posible que animales que creemos extintos vivan todavía en lugares remotos de nuestro planeta? El primitivo celacanto se creía extinguido desde la época de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Pero su descubrimiento en 1938 por un conservador de un museo sudafricano en una barca de pesca local dejó al mundo fascinado. En las leyendas de los nativos de Alaska nos encontramos con que de seres gigantescos cubiertos de pelo, incluso en la cara, que parecen osos con manos enormes, con las cuales se golpean violentamente el pecho cuando ven a un hombre. Emiten unos sonidos semejantes al de las perdices. También se les llama kukwes, chenu y djenu. Entre el pueblo lilloet (en la Columbia Británica, Canadá), se habla de unos gigantes que miden aproximadamente tres metros de altura, de una fuerza enorme, con el pelo largo y el cuerpo cubierto de un pelo rojizo o castaño. Dicen que no duermen nunca y que merodean cerca de lugares habitados, constituyendo un grave peligro. Lo que me llama mucho la atención de todos esto seres es que están cubiertos con mucho pelo, la mayoría de avistamientos se hacen en lugares que son muy remotos. Solo en Canadá uno de los países con menor densidad de población del mundo y uno de los que más extensión de bosques posee. El país tiene una extensión de casi 10 millones de kilómetros cuadrados, mientras que su población no llega a los 35 millones de habitantes. Esto hace una densidad de población de 3,1 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las más bajas del mundo. Es el lugar exacto para ver este tipo de seres.Entre los yukon, Canadá, los mahoni son unos enormes gigantes peludos, igual característica de los ya mencionados mas arriba. En la parte de Estados Unidos, se guardan otra gran cantidad de leyendas de seres grandes y peludos como es sasquatch, ya muy mencionado en otros post y que dejaré en este el mio. En Sudamérica existen varios casos de avistamientos, uno de los mas fantásticos es el del geólogo François de Loys. De Loys había llegado a Venezuela contratado por la Royal Dutch Shell para que trazara el plano geológico de un área cercana a la frontera colombiana. Para llegar allí remontó el Río Catatumbo desde el Lago de Maracaibo hasta su destino; el remoto poblado de El Cubo.François de Loys descansaba a las orillas del Río Tarra, en el estado Zulia, cuando vieron algo que al principio pensaron eran osos. Las criaturas eran casi del tamaño de un hombre, estaban cubiertas de pelo y entre gruñidos se preparaban para atacarlos. Pero apenas las primeras ramas y excrementos fueron lanzados Deloys dio la orden del hombre civilizado: ¡Fuego!
Antes de que el humo se disipara una de las criaturas había huido cojeando selva adentro. La otra yacía herida mortalmente sobre la tierra húmeda. Ni él ni nadie en el equipo había visto nunca un animal parecido a este, por lo que se acercaron con cuidado para comprobar que estaba muerto antes de dejar constancia del encuentro. El simio fue sentado en un guacal vacío, se le sostuvo la cabeza erguida con una rama y se le tomó una fotografía. La criatura tenía 32 dientes, media 1.57 m, carecía de cola, y lo que al principio pensaron era un pene resultó ser un exuberante clítoris (que como en otras especies de primates era largo y bulboso). Entonces desollaron al animal y emprendieron el camino de regreso con la piel y el cráneo a cuestas. El animal muerto a disparos por los asustados geólogos es el que se muestra en la fotografía, sentado y con una vara para sostenerlo.Avistamientos de humanoides en América del Sur no son ninguna novedad. En 1769 el naturalista Edward Bancroft encontró que las tribus indígenas suramericanas creían en uno que vivía en la selva, medía alrededor de un metro y medio, caminaba erguido, y estaba cubierto de pelo corto y negro. Algunos años más tarde, en 1876, el explorador británico Charles Barrington Brown describió uno llamado el Didi. Este era un tipo de hombre salvaje que vivía en la Guyana Inglesa, y que al igual que el hombre de Bancroft caminaba erguido y tenía el cuerpo cubierto de pelo. En las noches, relata Bancroft, podían escucharse sus gritos a kilómetros de distancia y una vez había sido capaz de reconocer sus huellas. En la parte mesoamericana (méxico, guatemala, honduras y el Salvador) también se habla de el zizimite, un animal con las características ya mencionadas. Y que decir del famoso yeti de los Himalayas otro animal solo que de pelo blanco, y esto para camuflarse en las blancuras del hielo. El Orang Pendek ("pequeño hombre" o más extendidamente, "diferente del orangután" ) es el nombre dado a una supuesta criatura que, se presume, viviría en las áreas selváticas de Sumatra, en la región del Parque Nacional de Kerinci Seblat.
Según la descripción de los nativos y la criptozoología, Orang Pendek un homínido de baja estatura, vello cobrizo; existiendo expediciones para intentar avistarlo y documentar su existencia. En 2003, en yacimientos en la cueva de Liang Bua, se descubrió un esqueleto subfósil, datado en 18 000 años, designado como LB1, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado. Posteriormente, en 2004 en el mismo lugar, se recuperaron partes de otros nueve individuos, todos diminutos, incluida una mandíbula designada como LB6, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedra igualmente pequeñas, de estratos comprendidos de entre 90 000 a 13 000 años de antigüedad.
La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, extintos hace tiempo en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla estaba habitada por elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como por Homo floresiensis.Los descubridores apodaron «hobbits» a los miembros de la diminuta especie, como la raza ficticia de gente pequeña del Legendarium de Tolkien. El descubrimiento de restos fósiles datados en 18.000 años de antigüedad, encontrados en 2003, del llamado Homo floresiensis, los cuales se encuadrarían con la descripción general del Orang Pendek, han hecho surgir varias hipótesis. Estas hipótesis van desde que el Orang Pendek es el resultado de una antigua tradición sobre una especie ya extinta con la cual los nativos tuvieron contacto hace miles de años, hasta la hipótesis de que el Orang Pendek serían Homo floresiensis aún existentes. (fuente Sociedad Americana de Criptozoología )
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