lunes, 15 de febrero de 2016

Los Indígenas Americanos Conocian Y Utilizaban El Arroz.


Hace unos 10.000 años, el arroz comenzó su viaje desde el sudeste de Asia hasta la India, China y Japón


Hay varias versiones sobre el origen de la primera cosecha de arroz, sin embargo, entre los historiadores, la más popular designa a China como el primer país que desarrolló el cultivo de este cereal, si bien reconoció que fué en la India donde se descubrió por primera vez en su forma silvestre.

Se inició en China, en los valles fértiles del río Huang Ho y del Yang-Tse Kiang, antes del siglo XV a C. Ahora se sabe que el arroz se cultiva en Hunan desde los años 8200-7800 a C, gracias a los resultados del análisis con carbono 14 que realizaron en un grano de arroz en cuencos descubiertos en las excavaciones situadas en Pengtou Xiang. Incluso antes de que hubieran encontrado evidencias de arroz antes de 6000 a C en la provincia de Zhejiang, cerca de Hangzho.La nacionalidad del arroz es tan controversial como su historia. Estudiosos del tema, consideran que el arroz es oriundo de Asia meridional, porque crece silvestre en la India, Indochina y China. Si bien es cierto que en estas zonas muchas variedades se desarrollan espontáneamente desde épocas muy antiguas, otros investigadores aseguran que el cereal se originó en África y luego se trasladó al Asia. Una tercera hipótesis afirma que surgió en ambos continentes a la vez. Lo indiscutible para todos, es que se trata de uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. Los libros históricos mencionan que en Persia y Mesopotamia, se conoció el arroz a través de los intercambios comerciales y diplomáticos del rey persa Darío con China y la India. Entre los testimonios de esa época se afirma que el emperador chino Chen-Nung (año 2700 a.n.e.) realizaba una ceremonia, en la que sembraban cinco cereales: el arroz, el trigo, el mijo, la soja y el sorgo, pero él personalmente era quien sembraba el arroz dándole así una significación mayor.

Posteriormente, durante la expansión de China hacia Occidente, el arroz se difundió en Egipto y Siria. En el año 300 a.n.e. el filósofo y botánico griego Teofrasto cita el oruzun como una planta exótica desconocida para los griegos. Otros investigadores señalan en sus estudios una clasificación preliminar agronómica y alimenticia del arroz. Describen que su origen tuvo lugar en la región central del Sudoeste de Asia, fijan dos centros de origen que son: India y Birmania.

Según los historiadores, entre los griegos y romanos, el arroz se consideraba como una especia exótica de lujo que se traía desde el Oriente, útil solamente para las personas más ricas de la sociedad. Ellos veneraban el cereal sobre todo por las propiedades del agua de arroz. En la época de Nerón, el médico griego Dioscórides describe este cultivo como un medicamento muy eficaz para los problemas intestinales. Por su parte, los latinos Horacio, Plinio y Columella recomiendan su uso como tisana. Dicen que Alejandro Magno fue quien trasladó el cereal desde Oriente, como alimento. El caso es que en breve lapso, el arroz se propagó de la India y Sudeste de Asia a China; de aquí a Corea y luego a Japón en el siglo I a.n.e., y del Sur de China a Filipinas e Indonesia, África y parte superior de Europa. En la antigua América también se sabe del arroz: En contraposición con los iroqueses que vivían más al Sur y, por lo tanto, que empleaban sobre todo la corteza y la madera del olmo para hacer sus casas, utensilios y canoas, los chippewa utilizaban un recurso natural superior, la corteza del abedul, y dependían bastante menos que ellos del cultivo del maíz, sustituido en gran medida por el excelente arroz silvestre que crecía en abundancia en los numerosos ríos y lagos que caracterizan a la región bañada por el Misisipí. 

El «arroz» silvestre (Zizania aquática) era, más que un arroz propiamente dicho, un vegetal de tipo alga. Los primeros exploradores se quedaron impresionados al comprobar el enorme valor nutritivo de esta planta, que formaba parte de la dieta de los pueblos de los Grandes Lagos occidentales, sobre todo, los chippewa y los menominee. El nombre de estos últimos deriva del nombre que daban los chippewa al arroz silvestre, manomini, que constituía el alimento principal de esta tribu, aunque por motivos religiosos no se atrevían a cultivarlo, “para no dañar a su madre, la tierra". (Ya sabían del daño que hace el cultivo a gran escala.También el cultivo de arroz es un importante emisor de gas metano que tiene un efecto 21 veces más nocivo que el dióxido de carbono (principal gas de efecto invernadero) y de óxido nitroso (300 veces más nocivo). Esto lo sabían siglos antes que nosotros. Estudios recientes nos indican que los procesos de descomposición de la materia orgánica en ausencia de oxígeno (anaerobiosis), se lo conoce como “gas de los pantanos”; en este aspecto, las grandes extensiones de cultivos de arroz (145 millones de hectáreas en todo el mundo) y las zonas pantanosas, emiten importantes cantidades de metano. siendo nocivo para el medio ambiente.) 

Maun-gua-daus (George Henry), jefe de los ojibwas, 1846- 1848. National Archives of Canadá Recogían el arroz a finales de agosto o principios de septiembre y se dividían en grupos para trabajar. Ciertas zonas se reconocían como propiedad de una familia en concreto, siendo éste un derecho que rara vez se disputaba.
Frecuentemente, crecía con tal riqueza que estas superficies parecían enormes prados verdes y era necesario perchar para pasar con las canoas a través de los ríos mansos y los lagos de aguas superficiales. En general, se encargaban de ello los hombres, mientras que las mujeres lo recogían. Para la cosecha utilizaban dos palos de unos 6O cm; las mujeres se sentaban en la popa de la canoa, doblaban los tallos (que podían llegar a medir 6 m) con uno de los palos y sacaban el grano con el otro, terminaban cuando la barca estaba repleta. 
Estos nativos sabían distinguir las zonas que ofrecían cultivos particularmente buenos. De todas formas fuera cual fuera el tipo, igual que en el caso de la sabia del arce en la primavera, el arroz implicaba una actividad en grupo y daba lugar a alegres reuniones. Estos nativos cuidaban el medio ambiente, nosotros deberíamos aprender de ellos.

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