jueves, 18 de febrero de 2016

El Hierro, Regalo De Los Dioses.

El hierro, Regalo de los Dioses: Una característica que diferencia a los humanos de los animales es que fabricamos herramientas. Nuestros primeros ancestros crearon sus primeras herramientas a partir de huesos, madera y piedras. La Edad de Piedra tomó su nombre del momento en que las herramientas de piedra representaban la tecnología más avanzada disponible.Seguidamente se paso a la edad del cobre que aliandolo con el estaño obtenemos el bronce.Pero, ¿cómo se descubrió el hierro?. El punto de fusión del cobre (1082° Celsius) es lo bastante bajo como para que el simple fuego pueda revelar y fundir el mineral, por el contrario el punto de fusión del hierro (1635°C) requiere el descubrimiento intencionado y métodos especiales para su procesado. ¿Qué dio la pista de que el hierro debía ser buscado y desarrollado?. Alrededor del año 1400 a.C. los Hititas de Asia Menor descubrieron que el hierro podía ser fundido del mineral común para producir herramientas y armamento incluso superior, dando con esto nacimiento a la Edad del Hierro. Hemos encontrado algunos restos arqueológicos de aleación de níquel-hierro creados a partir de meteoritos; algunos datan de cinco mil años antes de nuestra era, pero se trata de “regalos de los dioses”: casualidad pura y dura de haber encontrado el metal tal cual, sin la tecnología necesaria para separarlo del oxígeno de una roca ferrosa. Algunas puntas de lanza egipcias y sumerias de alrededor de 4 000 a.C. son también de origen meteórico, y tampoco aquí puedo detener mi imaginación. En la época, la mayor parte de las armas, escudos y armaduras eran de bronce. Imagino que, al atacar utilizando armas de hierro meteórico, cuya dureza es muchísimo mayor, y observar cómo el bronce se deformaba y no era capaz de detener las armas de hierro, este material debe de haber parecido mágico, y las armas, objetos maravillosos, especialmente por lo únicas que eran. Se piensa, de hecho, que el hierro-níquel meteórico era bastante más caro que el oro, y con toda la razón. Los últimos yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce en realidad contienen artefactos fabricados en un porcentaje aproximado de hierro del 90%. Un famoso ejemplo es la daga recuperada de la tumba del siglo14 antes de Cristo del faraón egipcio Tutankhamon. Análisis químicos muestran que las “impurezas” de la daga son en mayor parte níquel, un claro signo de que el hierro provenía de un meteorito. Por lo tanto los primeros herreros encontraron y usaron hierro fundido de forma natural. Rápidamente se habrían dado cuenta de su superioridad. Los Hititas y Sumerios reconocieron esta conexión llamando al hierro “fuego del cielo”. La palabra egipcia para lo mismo era “rayo del cielo”, y el término asirio era “metal del cielo”. Con los meteoritos como inspiración y guía, el reconocimiento de vetas de hierro fue probablemente inevitable. Los meteoritos dieron el salto hacia el inicio de la Edad del Hierro. Dato curioso. Este es uno de los misterios sobre Tutankamón que poca gente conoce, entre los objetos que se encontraron en su tumba, hay una espacie de daga de unos 15 cm de longitud, con el mango algo más corto.
hasta aquí todo normal, pero lo increíble es que en 3.300 años no se ha oxidado. Su composición es una aleación de Hierro con Níquel, que en la actualidad se usa para revestimientos antioxidantes.
Algunos piensan que en antiguo Egipto no se conocían el hierro, solo el cobre y el Bronce, pero se cree que este material procede de fragmentos de Meteoritos que, curiosamente, están compuestos por hierro y níquel.

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