viernes, 29 de enero de 2016

Tecnología del ayer.


Para los que creen que la tecnología es solo de nuestro tiempo. Creyéndonos amos absolutos de los inventos.Ya los antiguos griegos trabajaban en objetos muy complejos. 
El mecanismo de Anticitera fue descubierto a 45 metros bajo el agua en el naufragio de Anticitera, cerca de Glyfadia, en la isla griega de Anticitera. El naufragio se encontró en abril de 1900 por un grupo de buzos recolectores de esponjas; estos recuperaron numerosos artefactos incluyendo estatuas de bronce y mármol, alfarería, vidriería, joyería, monedas y el mecanismo. Los hallazgos fueron enviados al Museo Arqueológico Nacional de Atenas para su análisis y almacenamiento. El mecanismo pasó inadvertido por dos años como un bulto de bronce corroído y madera hasta que el equipo del museo empezó a unir las piezas de estatuas más obvias.
El 17 de mayo de 1902, el arqueólogo Valerios Stais examinaba los restos cuando se dio cuenta de que una de las piezas de roca tenía un engranaje embebido. Stais, inicialmente, creyó que se trataba de un reloj astronómico pero la mayoría del equipo creía que el instrumento era tecnológicamente muy avanzado y muy complejo como para haber sido construido en la misma época que el resto de las piezas encontradas. Las investigaciones fueron abandonadas hasta que el instrumento captó la atención de Derek John de Solla Price en 1951. En 1971, Price y un físico nuclear llamado Charalampos Karakalos analizaron los 82 fragmentos con rayos X y rayos gamma. Price publicó un extensivo ensayo de 70 páginas sobre los resultados en 1974. En tiempos modernos Carman y Evans han estudiado las inscripciones griegas del mecanismo, y han concluido que las fórmulas utilizadas en el cálculo de los eclipses no pertenecen a trigonometría griega, sino a aritmética de origen babilonio. El calendario del objeto se inicia en el año 2o5 antes de Cristo, siete años después de la muerte de Arquímedes. Carman y Evans creen que su construcción data de en torno al año 100 a 150 antes de Cristo. Lo que sigue siendo un misterio es para qué se utilizaba exactamente el mecanismo de Anticitera. Los últimos estudios indican que la máquina se guardaba dentro de una caja de madera desde la que se podían apreciar los engranajes, y que se activaba mediante una palanca en el lateral. Aparte de para predecir eclipses, el dispositivo permitía calcular la posición astronómica del Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Saturno y Júpiter. También marcaba la fecha de los juegos olímpicos, y contiene una referencia a unos juegos celebrados en Rodas, que es donde se cree que lo construyeron.
Independientemente de para qué lo usaban, tuvieron que pasar mil años más para que se volviera a construir un objeto de semejante complejidad.


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