Parece una planta normal, pero esta dejo de existir en el año 70 de nuestra era. Esto es la ciencia en su máxima expresión, a vuelto a brotar gracias al descubrimiento de una jarra con semillas que llevaba enterrada 2 mil años bajo el palacio del Rey Herodes. El nombre científico de esta planta Phoenix dactylifera, o palma datilera de Judea.Pero debido a que esta palma era base de la economía del reino, cuando llegaron los romanos, en el año 70 AD, acabaron con ella y la llevaron a la extinción para efectuar su conquista. En los siglos que le siguieron, el conocimiento de primera mano de este árbol se convirtió en leyenda. No es hasta el 2005 que investigadora botánica Elaine Solowey decidió plantar una y ver si algo crecía. Y aqui esta el resultado. Sorprendentemente, la semilla multimilenaria brotó, produciendo una especie de árbol que no se había visto en siglos y convirtiéndose en la semilla de árbol más antigua en germinar.
Hoy el tesoro arqueológico continúa creciendo e incluso ha sacado una flor. La ciencia trabajada para lo bueno, vale la pena.
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